domingo, 20 de noviembre de 2011


La aventura del trabajo docente es una oportunidad para dejar huella en nuestros alumnos y crecer cada día como personas. La tecnología actual nos permite penetrar de manera más extensa y proporcionar herramientas adecuadas a los signos de los tiempos.

Siempre imaginé que el Paraíso sería algún tipo de biblioteca.
Jorge Luis Borges (1899-1986) Escritor argentino.


Un libro abierto es un cerebro que habla; cerrado un amigo que espera; olvidado, un alma que perdona; destruido, un corazón que llora.
Proverbio hindú

Período de consolidación de la literatura Contemporánea

Las nuevas repúblicas tendieron a dirigir su mirada hacia Francia aún más que hacia España, aunque con nuevos intereses regionalistas. Las formas neoclásicas del siglo XVIII dejaron paso al romanticismo, que dominó el panorama cultural de Latinoamérica durante casi medio siglo a partir de sus inicios en la década de 1830. Argentina entró en contacto con el romanticismo franco-europeo de la mano de Esteban Echeverría y, junto con México, se convirtió en el principal difusor del nuevo movimiento. Al mismo tiempo, la tradición realista hispana halló continuación a través de las obras llamadas costumbristas (que contenían retratos de las costumbres locales).

La consolidación económica y política y las luchas de la época influyeron en la obra de numerosos escritores. Muy destacable fue la denominada generación romántica argentina en el exilio de oponentes al régimen (1829-1852) del dictador Juan Manuel de
Rosas. Este grupo, muy influyente también en Chile y Urguay, contaba (además de con Echeverría) con José Mármol, autor de una novela clandestina, Amalia (1855), y con el educador (más adelante presidente de Argentina) Domingo Faustino Sarmiento, en cuyo estudio biográfico-social Facundo (1845) sostenía que el problema básico de Latinoamérica era la gran diferencia existente entre su estado primitivo y las influencias europeas.

En Argentina, las canciones de los bardos gauchos fueron dejando paso a las creaciones de poetas cultos como Hilario Ascasubi y José Hernández que usaron temas populares para crear una nueva poesía gauchesca. El Martín Fierro (1872) de Hernández, en el que narra la difícil adaptación de su protagonista a la civilización, se convirtió en un clásico nacional, y los temas relacionados con los gauchos pasaron al teatro y a la narrativa de Argentina, Uruguay y el sur de
Brasil.

La poesía en otras zonas del continente tuvo un carácter menos regionalista, a pesar de que el romanticismo continuó dominando el
ambiente cultural de la época. Los poetas más destacados de esos años fueron la cubana Gertrudis Gómez de Avellaneda, autora también de novelas, y el uruguayo Juan Zorrilla de San Martín, cuya obra narrativa Tabaré (1886) presagió el simbolismo.

La novela progresó notablemente en este periodo. Así, el chileno Alberto Blest Gana llevó a cabo la transición entre el romanticismo y el
realismo al describir la sociedad chilena con técnicas heredadas del escritor francés Honoré de Balzac en su Martín Rivas (1862). Escribió la mejor novela histórica de la época, Durante la reconquista (1897).

Por otro lado, María (1867), un
cuento lírico sobre un amor marcado por un destino aciago en una vieja plantación, escrito por el colombiano Jorge Isaacs, está considerada como la obra maestra de las novelas hispanoamericanas del romanticismo. En Ecuador, Juan León Mera idealizó a los indígenas de América al situar en la jungla su novela Cumyá (1871). En México el más destacado de los realistas románticos fue Ignacio Altamirano, en la misma época en que José Martiniano Alencar inició el género regional con sus novelas poemáticas e indianistas románticas (cuentos de amor entre indios y blancos), como El Guaraní (1857) e Iracema (1865). La más famosa es Cumandá (1879) del ecuatoriano Juan León Mera. Los novelistas naturalistas, entre los que se contó el argentino Eugenio Cambaceres, autor de Sin rumbo (1885), pusieron de manifiesto en sus obras la influencia de las novelas experimentales del escritor francés Émile Zola.

El romanticismo

Los elementos principales del estilo romántico incluyeron el subjetivismo, el sentimentalismo y la libertad artística. El amor y la pasión, la muerte trágica, la libertad del individuo, la devoción patriótica y la independencia eran los temas esenciales en el movimiento, aunque el romanticismo hispanoamericano también se enfocó en los temas del indio y el esclavo y la historia política. Los románticos rechazaron el lenguaje convencional de los neoclásicos y renovaron el estilo lingüística con los regionalismos y el habla del pueblo indígena.

EL matadero, Esteban Echeverría

Marca comienzo del Romanticismo en Hispanoamérica.

Trata el tema de la dictadura de Juan Manuel de Rosas.


Es un cuadro de costumbres que describe la actividad en el matadero de Buenos Aires después de un período de escasez de carne.

El matadero de Bueno aires, centro de operaciones de “La Mazorca”, organización clandestina vinculada al Partido Federal que perseguía y castigaba a los miembros del Partido Unitario, que se oponía al dictador.

 Es una crítica y una denuncia de la barbarie política instaurada por el gobierno de Rosas. 
 Política = Tiranía = Iglesia (sacerdotes comen carne y dicen que es pecado).

Fragmentos.
"Los abastecedores, por otra parte, buenos federales, y por lo mismo buenos católicos, sabiendo que el pueblo de Buenos Aires atesora una docilidad singular para someterse a toda especie de mandamiento, sólo traen en días cuaresmales al matadero los novillos necesarios para el sustento de los niños
y los enfermos dispensados de la abstinencia por la bula y no con el ánimo de que se harten algunos herejotes, que no faltan, dispuestos siempre a violar los mandamientos carnificinos de la Iglesia, y a contaminar la sociedad con el mal ejemplo.” 


"Porción de viejos achacosos cayeron en consunción por falta de nutritivo caldo; pero lo más notable que sucedió fue el fallecimiento casi repentino de unos cuantos gringos herejes, que cometieron el desacato de darse un hartazgo de chorizos de Extremadura, jamón y bacalao, y se fueron al otro mundo a pagar el pecado cometido por tan abominable promiscuación.”

El Matadero de Carlos Alonso

http://literatura.itematika.com/descargar/libro/396/el-matadero.html



El artista realiza escenas sangrientas que muestran la violencia y la irracionalidad que dominó en esa época. No en vano sus fondos están teñidos de un rojo que en forma grotesca identificaba a los llamados “mazorqueros” que respondían a la figura de Rosas y también a la enorme cantidad de sangre derramada entre hermanos, unitarios y federales.


Esquema de las corrientes del Naturalismo


Naturalismo

Surge como una derivación del Realismo, que tenía como objetivo
explicar los comportamientos del ser humano. El novelista del
Naturalismo pretende interpretar la vida mediante la descripción
del entorno social y descubrir las leyes que rigen la conducta
humana.
Determinismo: La conducta del individuo está determinada por su herencia biológica y el medio social. Gusto por los ambientes sórdidos y los personajes miserables y con taras físicas o psíquicas (alcohólicos, deficientes, físicos, etc.
Concepción materialista del hombre: Los instintos condicionan la conducta del hombre. La libertad no existe, todo está determinado por la herencia psicológica y social.
Técnicas narrativas realistas: El deseo de objetividad se intensifica, el narrador ha de ser un cronista, constata los hechos sin explicarlos ni intervenir en la narración.
Lucha por la vida: Es el móvil de la conducta de los individuos.
      Sobrevive el más fuerte.
Crítica social: Intención moral, denuncia de valores o instituciones
      sociales que degradan al hombre.

William Bliss Baker, cuyas pinturas de paisajes son considerada como los mejores ejemplos del movimiento naturalista.

Realismo y Naturalismo, cuadro comparativo.

Los de Abajo (Mariano Azuela, naturalista)

        Cuando Demetrio se da cuenta su casa estaba ardiendo en llamas y piensa que los federales van a volver pero con mas raza, lo que decide hacer es mejor ir a buscar a su banda de revolucionarios y cuando los junta todos les dice de lo ocurrido y estos se le unen sin ningún pregón, para ir por los federales y entonces se va con 25 hombres y en la mañana se topan con los federales los cuales inician una lluvia de balas contra los hombres de Demetrio Macías y estos les ponen una bailada y les ganan esa batalla.
                                                                                                                                                                             

         Macías da la orden de que maten a todos los que anden escondiéndose. dos de los que fueron presos le contaron a Macías que villa había sido derrotado en Celaya por obregón.
        un tal Valderrama que era poeta le canta a Macías "el enterrador" y lo hace llorar con las freces de dicha canción.
        cuando pasan por Juchipila se pusieron tristes y meditaron el porque estaban aceptando tantos ex federles en sus filas y el tal Valderrama desapareció.
        En Juchipila les llegan los recuerdos de sus batallas como la de zacatecas y se dan cuenta de que ya nadie se acuerda de ellos.
         Demetrio llega al encuentro de su mujer y su hijo, quien no le reconoce . Demetrio siempre esta alerta apuntando ala misma sierra donde empezó su aventura con el cañón de su fusil y acordándose de las 500 bajas que les logro hacer a los federales con solo 20 hombres...
                                                                                                                                              (Fragmentos)

Buenos días Señor Courbet

Idea del movimiento para mostrar la realidad.

El gaucho

La literatura gauchesca es un fenómeno singular dentro de las literaturas de América; empezó a desarrollarse en el ámbito del Río de la Plata, en forma anónima al principio, hacia finales del siglo XVIII. Ciertamente, la originalidad de esta literatura no se debe al protagonismo del gaucho, ni al uso de la lengua popular hablada en la campaña, ya que ambos elementos son característicos de cualquier literatura regional. Lo original, lo definitivamente singular de la literatura gauchesca es la adopción que de ese personaje y de esa lengua hicieron autores cultos a las ciudades. Tal adopción puede interpretarse tanto como la necesidad política de transmitir al público gaucho, iletrado, aquellos temas e historias que lo involucraban directamente, como la voluntad literaria de esos autores de diferenciarse de la literatura culta de origen europeo, con el implícito fin de afianzar, su autonomía cultural y literaria.

La
poesía gauchesca incorpora algunos elementos expresivos de la poesía tradicional española (rondas y canciones, villancicos y coplas) y sus temas (héroes legendarios, caballeros, reyes y pastores), que llegaron a América y se reelaboraron en palabras, personajes y costumbres que les imprimieron tono y color
locales .



Entre 1800 y 1830 surgieron numerosos payadores, que difundieron estas composiciones de versos octosílabos. Las payadas, más moralizantes que poéticas, ya se encuentran descritas por Carrió de la Vandera en El lazarillo de ciegos caminantes; en el sainete
El amor de la estanciera se registran las características salientes del habla rural. Por otra parte, no debe descartarse la obra de Juan Bautista Maziel, autor de una poesía de escaso valor
literario pero curiosa en cuanto antecedente de la conversión del gaucho en personaje poético, sobre todo en su romance Canta un guaso en estilo campestre los triunfos del Excelentísimo Señor Don Pedro Cevallos.

Tanto la tradición oral, transmitida por los payadores, como las primeras manifestaciones de literatura gauchesca, fueron engrandeciendo sus temas y perfeccionando su manera de expresar sus ideas, hasta emplearse esta literatura por autores cultos de las ciudades (tales como: Bartolomé Hidalgo, reconocido por Cielitos y Diálogos patrióticos; Hilario Ascasubi, autor de Santos Vegas, poema épico de la literatura gauchesca; Estanislao del Campo , autor de Fausto; y, sobre todo, José Hernández, autor del
Martín Fierro, donde canta de manera humana su lucha por la libertad, contra las adversidades y la injusticia.)


El Criollismo

El criollismo: Esta actividad literaria llamada también "regionalismo" se afianza en Hispanoamérica en las tres primeras décadas del siglo XX.
Los escritores muestran una definida posición nacionalista en el arte y una conciencia literaria madura. Son americanistas también, en cuanto se desentienden del peso de las tradiciones europeas y centran su interés en nuestro continente.
A diferencia de los americanistas del período romántico (Echeverría y otros) y de los indigenistas de la misma época ( Zorrilla de San Martín y otros), ponen su objetivo en el paisaje antes que en los individuos. Por esto son notoriamente descriptivos. Además, los personajes de sus obras son por lo común víctimas de esa naturaleza americana, brutal, inhóspita y grandiosa.
Asimismo, son excelentes artistas que dominan la técnica de la novela, el relato o el cuento, ya maduros por esos años en Hispanoamérica, después de la maestría literaria que habían revelado en sus obras los poetas y prosistas del modernismo. Continúan esta tradición modernista de hacer verdadero arte escrito, pero con contenidos nacionales, antes que los cosmopolitas preferidos por sus predecesores.

Características
Dominan el manejo de la lengua y conocen a fondo los regionalismos de vocabulario sintácticos, que usan sin prejuicios en sus obras. Los diálogos se caracterizan por la fidelidad a las hablas locales.
Finalmente, conocen a fondo la psicología de los habitantes de esas regiones, y los presentan con exageraciones o idealizaciones irreales. Los más grandes representantes del movimiento criollista en Hispanoamérica fueron Rómulo Gallegos,
Francisco Lazo Martí, (Venezuela), José Eustasio Rivera (Colombia), Horacio Quiroga  (Uruguay-Argentina), Ricardo Güiraldes y Benito Lynch ,(Argentina).






Mundonovismo

El mundonovismo, cuyo nombre viene del concepto nuevo mundo, como se llamó a América, en ‎oposición al viejo mundo.‎

Las características del mundonovismo son: ‎
‎•‎ representación cíclica de la vida de un país.‎
‎•‎ Intenta abarcar distintos sectores de la vida nacional (campo, minas, mar)‎
‎•‎ La naturaleza –el paisaje- pasa a ser protagonista. Así lo muestra José Eustaquio Rivera ‎‎(Colombia, 1888-1928) en su obra La vorágine (1924). A diferencia de Quiroga, en cuyos ‎cuentos la naturaleza aparece despersonalizada, y de Gallegos, donde se la personifica a través ‎de la mediación del personaje central femenino de su novela capital, en la escritura de Rivera la ‎selva es, directamente, el personaje central del relato: sujeto de acciones tales como seducir, ‎atraer y aniquilar, la selva se opone al intelectual Arturo Cova, principal narrador y protagonista ‎de la historia.‎ ‎

 ‎‎•‎ Hay preferencia por la novela de la tierra. ‎
‎•‎ Se adapta el lenguaje a los sectores representados.‎




Modernismo

Ocupo un lugar muy importante durante fines del siglo XIX y principios del XX. Esta corriente fue un resultado varios pensamientos nuevos y tomados de anteriores pensamientos literarios como por ej: el Romanticismo. Este cumple un papel no muy amplio pero de alguna manera importante dentro del Modernismo, lo cual lo averiguaran a continuación durante el desarrollo del informe.


  • Razón del termino "Modernista"
El termino "moderno" se utiliza para nombrar lo que sigue la "moda" de una época, es decir aquello que va de acuerdo con las tendencias de su tiempo. La iniciativa de dar este nombre al movimiento de América Latina partió de Rubén Darío, quien es un articulo sobre Ricardo Contreras publicado en Chile publicado en 1888, califico el estilo de este escritor mexicano como "expresión moderna". Dos años mas tarde, en un comentario sobre una visita realizada a Ricardo Palma, empleo el termino "Modernismo" para calificar el "espíritu nuevo" que movía a un grupo de escritores.
Durante un tiempo la denominación fue empleada de una manera peyoritativa, para referirse a la nueva generación de escritores llamándolos decadentes, amanerados y extranjerizantes. El modernismo no recibió el reconocimiento y el respeto publico hasta que Rubén Darío se acredito su legitimidad como movimiento estético con valores propios y con fuerzas renovadoras positivas.
  • Comienzos
El modernismo literario tuvo su origen en Hispanoamérica, entre los años 1880 y 1914, impulsado en especial por el poeta nicaragüense Rubén Darío.
Aquí en Hispanoamérica se registro una lenta pero creciente reacción contra las corrientes académicas y románticas, protagonizadas por varios y renombrados escritores como por ejemplo González Prada, Salvador Díaz Mirón, entre otros.
En el desarrollo del modernismo, es posible identificar los siguientes momentos:
Iniciación: La primera generación modernista (1882-1896). José Martí y Manuel Gutiérrez Nájera inician un trabajo de actualización de la lengua, principalmente en la prosa, aunque también en el verso, muy fijos al modelo español.
Culminación: En 1888, Rubén Darío publica su libro Azul. En esta época ya se habían realizado grandes innovaciones en la palabra poética. Por medio de su obra en Chile, Argentina y España, Darío realiza una tarea excepcional, que consolida el Modernismo como movimiento continental y se convierte en su síntesis más brillante, tanto en América como en España. En 1896 se edita Prosas Profanas, el libro de Darío que oficializa el Modernismo en Hispanoamérica.
Continuación: La segunda generación modernista. Consagrado Rubén Darío como jefe de la escuela del Modernismo, cuando ya los iniciadores habían muerto prematuramente, los escritores de esta segunda generación continuarían la obra con sus aportes personales. Ellos son, entre otros, Leopoldo Lugones, Ricardo Jaimes Freyre, Amado Nervo, y Julio Herrera y Reissig.
  • Características y Estilo
En sus comienzos, el estilo modernista fue muy recargado y estuvo dominado por los temas exóticos e indigenistas, pero con el tiempo se fue haciendo cada vez mas depurado y alcanzo expresiones de gran purismo lírico, como las rimas de Juan Ramón Jiménez.
Los temas preferidos por los poetas modernistas reflejaban el mundo antimista y subjetivo del autor, así como una atracción por lo original e insólito y cierta carga de melancolía.
El poeta sentía una absoluta necesidad de evadirse hacia paraísos idílicos y una gran añoranza del pasado mítico y legendario, sentimientos que solían acompañarse del culto por la belleza y lo erótico y del rechazo del mundo real.
Es muy frecuente la alusión de culturas lejanas, también los escritores de este movimiento se caracterizaban por su deseo de ser cosmopolitas y trascender la realidad en la cual vivían, esto los llevo a tomar imágenes tomadas de culturas exóticas, europeas, de Oriente o pertenecientes a otras épocas.
Para expresar sus preocupaciones y sentimientos, los modernistas recurrieron a una renovación formal y estilística, en la que eran frecuentes los símbolos, los giros complejos con palabras de gran sonoridad o la laberíntica combinación de las rimas de un amplio vocabulario metafórico, integrado por un amplio vocabulario metafórico, integrado por flores (loto, crisantemo, nenúfar), animales (cisne, ibis, cóndor), piedras preciosas, colores, ciudades exóticas y abundantes referencias a otras artes.

Lírica: Rubén Darío

Nació en Metapa, Nicaragua, en el año 1867. Su verdadero nombre era Félix Rubén García Sarmiento.
Fue periodista y diplomático. Hasta 1898 vivió, publicó y actuó en Chile, Centroamérica y la Argentina. En 1898 viajó a España, y vivió en Francia y otros países de Europa.
Murió en León, Nicaragua, en 1916.
Escribió prosa y poesía. Entre toda su producción se destacan tres
Obras que ayudan a comprender la evolución del Modernismo: Azul, Prosas profanas y Cantos de vida y esperanza. Los raros, en prosa, y El Canto Errante son otras de sus obras.
Tres Obras:
Azul (1888): fue su primera obra importante. Publicada en Valparaíso, está constituida por relatos breves y algunos poemas. Significó para su autor el reconocimiento en América y en España. Sus rasgos son: sensualidad, erotismo y musicalidad. En los sonetos que cierran la obra, Darío revela sus preferencias y su cosmopolitismo.
Prosas profanas: fue publicado en Buenos Aires, en 1896. Las variaciones temáticas y las audacias métricas, son tantas que provocaron en América y en España grandes polémicas. Predomina el tema erótico, envuelto en un arte cromático y perfecto.
Cantos de vida y esperanza (1903): Los temas del libro son, entre otros: el paso del tiempo, la misión del poeta, la búsqueda de la fe, la preocupación por el futuro de América, etc. El libro termina con una expresión de temor y duda sobre el misterio de la vida. De contenido diferente, este volumen presenta el mismo cuidado formal y la notable variedad de metros y riqueza de lenguaje que caracterizan al gran poeta.



ITE, MISSA EST

Yo adoro a una sonámbula con alma de
Eloísa,
virgen como la nieve y honda como la mar;
su espíritu es la hostia de mi amorosa misa,
y alzo al
són de una dulce lira crepuscular.

Ojos de evocadora, gesto de profetisa,
en ella hay la sagrada frecuencia del altar:
su risa en la sonrisa suave de
Monna Lisa;
sus labios son los únicos labios para besar.

Y he de besarla un día con rojo beso ardiente;
apoyada en mi brazo como convaleciente
me mirará asombrada con íntimo pavor;

la enamorada esfinge quedará estupefacta;
apagaré la llama de la vestal intacta
¡y la
faunesa antigua me rugirá de amor!


Para  deleitarse.

<a href="http://palabravirtual.com/index.php?ir=ver_voz1.php&wid=226&p=Ruben_Dario&t=Yo_persigo_una_forma&o=Juan+Gelman" target="_blank">Poema en audio: Yo persigo una forma de Rubén Darío por Juan Gelman</a>

ARMONÍA EN ROJO DE HENRI MATISSE

 

Armonía en rojo. Henry Matisse 1908. Museo Ermitage, San Petersburgo.

Henry Matisse fue el lider indiscutible de la corriente pictórica denominada “Fauvismo”. El término francés Fauves, fieras, lanzado de forma despectiva por el crítico Luis Vauxcelles a los pintores que expusieron en el Salón de Otoño de 1903, se convirtió en el apelativo de este grupo de pintores que destacaron por la fuerza y violencia cromática de sus obras. Precedidos e influidos por Van Gogh y Guauguin, estos “fieras” fueron más lejos en su atrevimiento, ya que se proponían emancipar al color de cualquier servidumbre objetiva o realista para, alcanzada la liberación, expresar de forma más pura las emociones del artista, verdadero "tema" de la obra.
Los pintores ya no quieren captar la realidad desde un punto de vista objetivo o realista . Como dijo Matisse: “El color debe ser pensado, soñado, imaginado.” Para captar la realidad tal y como se presenta ante nuestros ojos, ya se habían inventado las cámaras de fotos y, muy pronto, el cinematógrafo hará que las imágenes cobren vida y movimiento en una pantalla. El realismo, tal y como se había desarrollado durante siglos de representación, dejó de tener sentido. Los artistas se proponen plasmar una realidad subjetiva: la que el propio autor percibe o presiente. El arte deja de representar objetivamente la Naturaleza para pasar a "presentar" las emociones o los estados de ánimo del propio pintor. Los fauvistas, al contrario que los pintores impresionistas y postimpresionistas, no jbuscan captar efectos lumínicos de ningún tipo; de hecho, las sombras desaparecen; predomina el efecto bidimensional en sus obras, por lo que nos parecerán planas, más próximas a la representación típica de la pintura románica que a la de la generación precedente. Matisse añade, además, elementos decorativos. Sus obras presentan una gran fuerza vital y de sus colores, intensos y vivos, se desprende una visión optimista de la vida. “Sueño con un arte de equilibrio, de tranquilidad, sin tema que inquiete o preocupe, algo así como un lenitivo, un calmante cerebral parecido a un buen sillón» declaraba Matisse.
Armonía en rojo fue encargada por un marchante ruso. En principio iba a ser realizada en azul, pero Matisse se decantó por el rojo, uno de sus colores favoritos por su gran carga expresiva. Del cuadro ha desaparecido la sensación de profundidad; primer y último plano comparten color y elementos decorativos. El claroscuro y el modelado han desaparecido. Predominan los colores primarios, rojo, amarillo, azul, aplicados de forma pura, sin matices tonales. Los colores secundarios: violeta, naranja y verde, aparecen en ciertos detalles. En la obra se combinan arabescos vegetales curvilíneos, que subrayan la sensualidad del rojo, con líneas rectas que sugieren tranquilidad. El dibujo, relegado ante la vitalidad del color, se realza a veces con trazos negros. La pintura se expande, los objetos no aparecen enteros en el cuadro, sino que parece que aspiran a liberarse de la rigidez del marco, convirtiendo la pintura en una explosión cromática de optimismo y vitalidad. El verde del paisaje que se cuela por la ventana contrasta por la serenidad que sugiere, con la agresividad del rojo que llena la tela. La mujer que dispone la mesa aparece, a su vez, en un estado de sosiego interior, de calma, abstraida en sus pensamientos.
El fauvismo inaugura la serie de "ismos" con los que el arte contemporáneo rompe con los sistemas tradicionales de representación, abriendo nuevas vias para la expresión artística. El arte, tal y como lo hemos venido siguiendo, ha muerto.

Transición entre la época Moderna y la Contemporánea

Una realidad para un sujeto del siglo XIX
Diferentes formas de representar los sujetos y la realidades del
siglo XX (crisis cultural, irrupción del Psicoanálisis de Freud)


La casa de Asterión ( Jorge Luis Borjes)






"Por lo demás, algún atardecer he pisado la calle; si antes de la noche volví, lo hice por el temor que me infundieron las caras de la plebe, caras descoloridas y aplanadas, como la mano abierta. Ya se había puesto el sol, pero el desvalido llanto de un niño y las toscas plegarias de la grey dijeron que me habían reconocido. La gente oraba, huía, se prosternaba; unos se encaramaban al estilóbato del templo de las Hachas, otros juntaban piedras. Alguno, creo, se ocultó bajo el mar". ( 8-13)

Sé que me acusan de soberbia, y tal vez de misantropía, y tal vez de locura. Tales acusaciones (que yo castigaré a su debido tiempo) son irrisorias. Es verdad que no salgo de mi casa, pero también es verdad que sus puertas (cuyo número es infinito)[1] están abiertas día y noche a los hombres y también a los animales. Que entre el que quiera. No hallará pompas mujeriles aquí ni el bizarro aparato de los palacios pero si la quietud y la soledad. Asimismo hallará una casa como no hay otra en la faz de la tierra. (Mienten los que declaran que en Egipto hay una parecida). Hasta mis detractores admiten que no hay un solo mueble en la casa. Otra especie ridícula es que yo, Asterión, soy un prisionero. ¿Repetiré que no hay una puerta cerrada, anadiré que no hay una cerradura? Por lo demás, algún atardecer he pisado la calle; si antes de la noche volví, lo hice por el temor que me infundieron las caras de la plebe, caras descoloridas y aplanadas, como la mano abierta. Ya se había puesto el sol, pero el desvalido llanto de un niño y las toscas plegarias de la grey dijeron que me habían reconocido. La gente oraba, huía, se postergaba; unos se encaramaban al estilóbato del templo de las Hachas, otros juntaban piedras. Alguno, creo, se ocultó en el mar. no en vano fue una reina mi madre; no puedo confundirme con el vulgo, aunque mi modestia lo quiera.



El jinete azul


 
Kandinsky es uno de los nombres propios de la pintura del siglo XX, ya que tradicionalmente se le considera el creador de la abstracción. No obstante, sus primeras obras, como la aquí comentada, son tremendamente interesantes por constituir un puente entre el postimpresionismo y el expresionismo. De hecho, Kandinsky siempre se sintió impresionado por la obra de Claude Monet. Contemplando uno de sus "almiares" en una exposición en Moscú, comentaría: "Y de pronto, por primera vez, vi un cuadro. Leí en el catálogo que se trataba de un montón de heno, pero yo no podía reconocerlo (…) Me di cuenta de que faltaba el objeto del cuadro (…) Lo que tenía perfectamente presente era la insospechada y hasta entonces oculta fuerza de la paleta”
“El jinete azul” es, además de una obra extraordinaria por el manejo de la luz y el color, y la simpleza con la que se consigue el contraste entre el movimiento del jinete y el estático paisaje de fondo, el nombre de una editorial que agrupaba a alguno de los principales pintores expresionistas como Franz Marc o el propio Kandinsky. “El jinete azul” no era ni un movimiento ni una escuela. Más bien se trataba del punto de encuentro de varios artistas descontentos con el devenir del movimiento “Die Bruke” (El Puente). “El Jinete Azul… La suerte está echada”, escribiría Franz Marc. Una suerte que concluiría cuando la Primera Guerra Mundial dispersaría a sus protagonistas.

Irrupción de las vanguardias

Creacionismo
ÒPoesía como creación absoluta.
ÒReflejar la belleza.
ÒEl acento esta en su forma no en el contenido.
 
 
     Surrealismo
ÒEstallido mental.
ÒCreación de la realidad.
ÒEl acento esta en el inconciente.